Fragaria × ananassa
Descripción y origen
La fresa es mucho más que una fruta: es un símbolo del verano. Fragante, deliciosa y de un rojo intenso, la fresa no es una baya verdadera, sino un fruto agregado, compuesto por múltiples pequeños frutos (aquenios) sobre su superficie.
La fresa moderna (Fragaria × ananassa) es un híbrido de variedades de América del Norte y del Sur. Además de su sabor irresistible, es una fuente poderosa de antioxidantes, fibra, vitamina C y fitonutrientes beneficiosos para la piel, el intestino, el cerebro y el corazón.
Valores nutricionales (por 100 g)
Nutriente | Cantidad |
---|---|
Calorías | 32 kcal |
Proteínas | 0,7 g |
Carbohidratos | 7,7 g |
Azúcares naturales | 4,9 g |
Fibra | 2,0 g |
Vitamina C | 59 mg (66%) |
Vitamina A | 1 µg |
Ácido fólico (B9) | 24 µg |
Manganeso | 0,4 mg |
Potasio | 153 mg |
Polifenoles | contenido alto |
Beneficios para la salud
🍓 Cerebro y concentración
Gracias a los flavonoides y a la vitamina C, las fresas favorecen la memoria, el enfoque mental y protegen las neuronas. Estos efectos pueden ser especialmente útiles para personas con TDAH (ADHD), apoyando el equilibrio natural de los neurotransmisores.
🍓 Azúcar en sangre y metabolismo
A pesar de su dulzura, las fresas tienen un índice glucémico bajo y ayudan a ralentizar la absorción de glucosa. Son ideales para personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, especialmente si se consumen frescas o liofilizadas sin azúcar añadido.
🍓 Salud intestinal
La pectina, la fibra y los compuestos antiinflamatorios de la fresa ayudan a mantener el equilibrio del microbioma y pueden aliviar síntomas del síndrome del intestino permeable.
🍓 Piel, inmunidad y corazón
Rica en vitamina C, la fresa favorece la producción de colágeno, protege los capilares y fortalece el sistema inmunológico. El manganeso mejora la defensa antioxidante y el metabolismo óseo. El ácido fólico apoya el sistema nervioso y hormonal.
Usos en la cocina
Las fresas se pueden comer crudas, en smoothies, ensaladas, postres, salsas, mermeladas o compotas. También combinan muy bien con platos salados como pato, quinoa o queso de cabra. Se pueden congelar, secar o fermentar para crear bebidas saludables y probióticas.
Uso herbal y natural
Las hojas de fresa se han utilizado tradicionalmente en infusiones digestivas y antiinflamatorias. El fruto se ha aplicado en la piel para aclarar el tono y calmar la irritación. Los extractos de fresa siguen siendo populares en mascarillas y tónicos naturales.
Consumo recomendado
- Fresca: 100–200 g al día durante la temporada
- Liofilizada/sin azúcar: 10–20 g al día
- Zumo o puré sin azúcar: hasta 100 ml al día
¿Con qué combinarla para mayor beneficio?
- Con menta y té verde – para refrescar y activar el metabolismo
- Con grosella negra – para una sinergia antioxidante con la vitamina C
- Con almendras o semillas de chía – para saciedad y salud digestiva
- Con yogur natural – para una combinación ligera y probiótica
¿Sabías que…?
¡Las fresas tienen más vitamina C que las naranjas por peso! Solo 100 g cubren más del 60 % de la necesidad diaria — y sin picos de glucosa.
Receta saludable para el desayuno
Gachas de mijo con fresas y menta
Cuece mijo en leche vegetal con un toque de vainilla. Añade fresas frescas, 1 cucharadita de semillas de chía, hojas de menta y unas gotas de zumo de limón. Ligero, refrescante y excelente para la digestión.
Receta de smoothie
Smoothie “Enamórate de la C”
Licúa 1 taza de fresas, ½ plátano, 100 ml de kéfir, 1 cucharada de avena y unas hojas de menta. Cremoso, fresco y una bomba de vitamina C para el sistema inmune.
Resumen
La fresa no es solo deliciosa: es un alimento terapéutico. Apoya de forma natural el manejo del TDAH, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y el síndrome del intestino permeable, mientras fortalece la piel, la inmunidad, el estado de ánimo y la digestión.
¿Y tú?
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