Grosella negra

Ribes nigrum
Una pequeña baya con un gran poder — tu aliada natural para la inmunidad, la piel y el intestino

La grosella negra es uno de los superalimentos más potentes y menos reconocidos de la naturaleza. Estas pequeñas esferas oscuras contienen cuatro veces más vitamina C que el limón, tienen propiedades antiinflamatorias impresionantes y apoyan casi todos los sistemas de tu cuerpo.
No solo fortalecen tu sistema inmunológico y tu digestión, sino que también regeneran tu piel y protegen tu mente — todo de forma natural.

Valores nutricionales (por 100 g de grosellas negras deshidratadas)

Nutriente	Cantidad
Fibra	17 g
Vitamina C	280–300 mg
Vitamina A	4 µg
Vitamina E	1,2 mg
Vitamina K	27 µg
Potasio	370 mg
Hierro	2,6 mg
Antocianinas	500–800 mg
Flavonoides totales	1500–2500 mg
Ácido gamma-linolénico (GLA)	presente en las semillas

¿Para qué sirve la grosella negra?

TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) – ayuda al sistema nervioso gracias a su acción antioxidante y antiinflamatoria
Resistencia a la insulina – su bajo índice glucémico y alto contenido en fibra estabilizan el azúcar en sangre
Diabetes tipo 2 – protege el páncreas y mejora la respuesta glucémica
Síndrome del intestino permeable – calma la mucosa intestinal y favorece el equilibrio de la microbiota
Refuerza tu sistema inmunológico con altísimo contenido de vitamina C
Apoya la desintoxicación hepática
Protege tu cerebro y la función cognitiva
Favorece la regeneración de la piel y los vasos sanguíneos

Usos tradicionales y herbales

Hojas de grosella negra: efecto diurético y antiinflamatorio (infusiones)
Fruto: fortalece vasos sanguíneos y combate el estrés oxidativo
Aceite de semillas: rico en GLA — recomendado para piel inflamada, eccema y psoriasis
Se ha utilizado tradicionalmente en casos de gota y articulaciones inflamadas

Usos en la cocina

Su sabor ácido e intenso la hace perfecta para:

Smoothies con hierbas, yogur o kéfir
Mermeladas sin azúcar, compotas, jaleas
Topping para granola, avena, panqueques
Salsas para carnes, especialmente caza o pato
Tés frutales con jengibre o piel de naranja
Como polvo en postres saludables o repostería natural

Usos cosméticos

Aceite de semillas: calma la piel sensible, regenera y combate la inflamación
Ideal para piel seca, atópica o sensible
Mascarillas con polvo de grosella negra — iluminan y suavizan la piel
Ricos antioxidantes que combaten el envejecimiento
Hidrolato de hojas — como tónico natural o spray facial purificante

¿Con qué combinarla?

Frambuesa liofilizada o aronia – para proteger mejor los vasos sanguíneos
Cacao crudo – para apoyar la concentración y el ánimo
Jengibre y cúrcuma – combinación antiinflamatoria potente
Semillas de lino – para mejorar la digestión y proteger la mucosa intestinal

Dosis recomendada

Niños: 1–2 cucharaditas al día
Adultos: 1–2 cucharadas al día
Té de hojas: 1 cucharadita por taza de agua hirviendo, infundir 10 minutos
Aceite de semillas: 0,5–1 cucharadita al día, o aplicar directamente sobre la piel

¿Cómo conservarla?

Fruta seca: lugar fresco, seco y oscuro, en frasco hermético
Aceite: en la nevera, protegido de la luz
Polvo: en envase de vidrio, seco y cerrado

¿Sabías que…?

La grosella negra contiene 4 veces más vitamina C que el limón, y su nombre científico Ribes nigrum hace referencia directa a su color oscuro.
En Francia, es la base del famoso licor Crème de Cassis, pero si lo que buscas es salud intestinal, mejor prepara un smoothie con lino y grosella negra. ¡Tu cuerpo lo agradecerá!